Como anunciamos, ayer, al término de la gala, hemos entrado a formar parte de ese grupo de 13 paises que, a día de hoy, han presentado sus temas eurovisivos para este año.
Lucía Pérez y su tema Que me quiten lo bailao se hicieron con el pasaporte para Düsseldorf en una gala que, como todo el proceso preselectivo, no se vió libre de controversias y polémicas.
Resumen de las nueve candidaturas finalistas.
Verdaderamente la improvisación , y las prisas, por tenerlo todo listo, y decidido, en menos de una semana, se hicieron notar en el desarrollo de la gala.
De esto, claro está, no tuvieron culpa los pobres intérpretes que lo dieron todo, llegando a forzar, incluso, sus posibilidades, para ofrecernos una serie de actuaciones dignas y con cierta calidad.
Tal y como ellos mismos explicaron durante la gala, sus temas, les fueron entregados el viernes anterior por la noche, una vez que finalizó la gala semifinal, para grabarlo al día siguiente, pocas horas despues, trabajándolo todo en menos de seis días, para tenerlo, así, todo preparado para los ensayos y la gala de ayer.
Esto es algo que merece mi más sincero aplauso, reconocimiento y agradecimiento para los tres.
Anne Igartiburu con los tres finalistas - TVE
Todo transcurrió, más o menos, como se preveía, sin grandes sorpresas finales, ni durante las actuaciones, ni en los resultados finales.
MELISSA.
Nos ofreció tres temas muy diferentes y los interpretó muy correctamente. Aunque, tal vez, le hubiese faltado un poco más de trabajo vocal en sus temas para haberse convertido en una apuesta más fuerte. De todas formas, no olvidemos que esta guapa y simpática artísta, era quien más complicado lo tenía, de los tres candidatos, que, a priori, poseían mayores apoyos entre la audiencia.
AURYN.
La boyband española, que quedó ensombrecida por la actuación de la representación británica, BLUE, invitados a la gala, realmente ofrecieron un buen espectáculo. Pero su juventud y falta de experiencia, con excepciones como la de Blas, se hicieron notar y, ni siquiera, su tema estrella Volver, uno de los mejores entre los presentados, consiguieron hacerlo brillar. Tampoco las campañas de "carpeteras" que se dedicaron a hacer ruido, durante los días previos, y que amenazaban con convertir esta preselección en "Misión Eurovisión 2007 - Segunda Parte", llegaron a buen puerto.
LUCÍA PÉREZ.
La clasificada, siempre gracias al televoto, en las galas previas, volvió a arrasar entre la audiencia consiguiendo su victoria con casi un 70% de las votaciones recibidas.
Durante la interpretación de su tema Abrázame, la cantante, tuvo algunos problemas que provocaron el aplauso y el apoyo del jurado y el público asistente a la gala, en reconocimiento a cómo consiguió salvarlo. Más tarde llegamos a conocer que se debió a un corte en la base musical durante su actuación, algo que sólo se pudo percibir en el plató, ya que la señal de audio siguió emitiéndose en los televisores de los espectadores.
Que me quiten lo bailao, a pesar de no ser el tema favorito de su intérprete, ni de muchos de sus seguidores, fue de las mejores actuaciones de la noche que llegó a convencerme y, por lo tanto, a provocarme cierta sensación de satisfacción y alivio, cuando salió elegida como nuestra próxima representación eurovisiva.
Se trata de algo fresco, sencillo y divertido, sin grandes pretensiones, que se crece en la voz de Lucía y que puede aportar una baza importante, y con mucho potencial, a la hora de trabajar el tema y hacer algo bastante decente de cara al festival.
Por lo tanto, tras la gala, mi sensación euro-anímica es positiva, aunque sin entrar, de momento, en la euforia.
Eurovicio, por lo tanto, estará apoyando la representación eurovisiva de Lucía Pérez en Düsseldorf.
Durante la interpretación de su tema Abrázame, la cantante, tuvo algunos problemas que provocaron el aplauso y el apoyo del jurado y el público asistente a la gala, en reconocimiento a cómo consiguió salvarlo. Más tarde llegamos a conocer que se debió a un corte en la base musical durante su actuación, algo que sólo se pudo percibir en el plató, ya que la señal de audio siguió emitiéndose en los televisores de los espectadores.
Que me quiten lo bailao, a pesar de no ser el tema favorito de su intérprete, ni de muchos de sus seguidores, fue de las mejores actuaciones de la noche que llegó a convencerme y, por lo tanto, a provocarme cierta sensación de satisfacción y alivio, cuando salió elegida como nuestra próxima representación eurovisiva.
Se trata de algo fresco, sencillo y divertido, sin grandes pretensiones, que se crece en la voz de Lucía y que puede aportar una baza importante, y con mucho potencial, a la hora de trabajar el tema y hacer algo bastante decente de cara al festival.
Por lo tanto, tras la gala, mi sensación euro-anímica es positiva, aunque sin entrar, de momento, en la euforia.
Eurovicio, por lo tanto, estará apoyando la representación eurovisiva de Lucía Pérez en Düsseldorf.
El jurado de la gala, al que se sumó la cantante Soledad Giménez (en sustitución de Merche, quien, por motivos profesionales se vió obligada a ausentarse) tras la interpretación de los nueve temas, votó públicamente, dando 3, 2 y 1 punto a cada uno de los temas de cada finalista, con el objetivo de clasificar sólamente un tema por cada intérprete, ofreciendo así, a la audiencia, tres apuestas entre las cuales pudieran decidir nuestra representación.
En los casos de Melissa y Auryn, la unanimidad fue prácticamente absoluta y, el resultado, coincidió con la opinión de los intérpretes y los seguidores de la preselección.
Eos y Volver, respectivamente, se convertían en los dos primeros temas de la noche con opciones de poder escucharse en Alemania.
El problema, y la polémica llegó, precisamente, a la hora de clasificar el tema de la que llegó a ser, finalmente, la ganadora, Lucía Pérez.
Tal y como ya escribí en un artículo previo, el que hacía referencia a los temas favoritos de esta preselección, en el caso de la cantante gallega, al contrario que en el de sus compañeros, nunca llegó a haber, previamente, un consenso sobre cual era su mejor tema. Finalmente parecía que sería Abrázame, ya que era el preferido de la intérprete y, además, el compuesto por unos autores que tienen, detrás, a un grupo importante de seguidores. Pero, aún así, la cosa no estaba clara, tal y como se pudo ver en la decisión del jurado.
Las máximas puntuaciones del jurado se repartieron entre Abrázame y Que me quiten lo bailao provocando un empate a puntos entre los dos temas.
Tal y como Anne Igartiburu, presentadora de la gala, anunció antes de las votaciones, en caso de empate, se resolvería dando por ganadora a aquella que hubiese obtenido mayor número de treses (máximas puntuaciones) lo que daba como tema seleccionado a "Que me quiten lo bailao" (3 treses, frente a los 2 de "Abrázame")
Lucía pidió la palabra e hizo un llamamiento para que el jurado reconsiderase la votación y la permitiese interpretar "Abrázame", pero, a pesar de un breve instante de reflexión que se le otorgó al jurado, se decidió no cambiar el voto y pasar el tema que se había decidido previamente, según las normas anunciadas: "Que me quiten lo bailao".
Lucía aceptó y respetó la decisión final, aunque volvió a declarar que su opinión, como interprete y posible representante, debería haberse reconsiderado.
Yo apoyo y aplaudo la decisión del jurado que creo que actuó como debía hacerlo.
Una norma siempre es una norma y no puede ignorarse, bajo ningún concepto, si se quiere dar legitimidad a un proceso de estas características.
Por otra parte no olvidemos que esta preselección no sólo era una competición de intérpretes y temas.
Tambien se trataba de una competición paralela de compositores y Lucía no tenía el derecho de interferir en la decisión que un jurado ha tomado sobre un tema de uno de los compositores finalistas participantes que tambien tendría que haber sido consultado y tomado en cuenta en una decisión tan transcendente.
Lucía Pérez y Rafa Artesero - eurovision-spain.com
El compositor Rafael Artesero consigue, con este tema, su primera representación española en Eurovisión, despues de casi dos décadas intentándolo y habiéndose quedado, en más de una ocasión, a las puertas de haberlo hecho.
Pero no será su primera experiencia eurovisiva ya que acudió, en dos ocasiones, al festival, como compositor de las representaciones de Andorra en 2005 y 2006, además de haber enviado, en los últimos años, varios de sus temas a otras preselecciones europeas.
En los siguientes links puedes ver una pequeña muestra del historial eurovisivo de este compositor:
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