Tres días despues de la celebración de la Gran Final del Festival de Eurovisión, y tras haber analizado, en este mismo blog, detenidamente, los resultados y los posibles motivos que, a mi parecer, han llevado a situar a nuestro pais en ese extraño y "sospechoso" penúltimo puesto, es hora ya, antes de que deje de ser actualidad, de analizar los contenidos y actuaciones del pasado sábado y, de paso, hacer una breve valoración general de lo que ha supuesto esta edición del eurofestival.
El Festival de Moscú ha sido un festival demasiado pretencioso.
El gigante ruso quiso hacer un colosal despliegue para asombrar a toda Europa, pero nosotros, tan solo llegamos a ver un bello gigante, eso sí, aunque con los pies de barro. No llegó a caer, pero desde luego, su continua inestabilidad nos hizo sufrir algún que otro sobresalto, algo muy poco habitual en este tipo de eventos.
La construcción del escenario más grande, caro y espectacular de la historia, con todo su brillo, no consiguió disipar todos aquellos, llamémosles "incidentes" algunos de los cuales se iniciaron muchas semanas antes de la celebración de las galas.
La descalificación de Georgia, que podía haberse resuelto de otro modo,las protestas por la intrascendente caricatura televisiva que de Rusia hizo la televisión sueca, las amenazas, finalmente cumplidas, de reprimir una manifestación gay en la ciudad, la gran falta de organización e información en los lugares claves, la frialdad y excesiva seriedad de los anfitriones, los problemas de las delegaciones con los técnicos... todo ello impensable en una eurosede de la que se espera una cara amable, servicial y profesional para los miles de participantes y visitantes que, cada año, hacen de esta cita una auténtica y verdadera fiesta.
Además de lo ya enumerado, a nivel de transmisión, lo más criticable de la edición de este año pueden ser los planos de realización televisiva que nos ofreció el "Channel 1" ruso.
Aunque de la primera gala a la final, algo mejoraron, el resultado fue bastante mediocre, abundando los planos generales, para lucimiento del escenario, privándonos además, de momentos importantes y efectistas en varias actuaciones y mostrando otros totalmente desubicados.
El escenario, a pesar de su espectacularidad, finalmente resultó bastante grotesco (en tamaño) haciendo que las puestas en escena se perdieran entre tanto espacio vacio y, dificultando, además, el trabajo de las cámaras que se perdían o cruzaban, en ocasiones, en tan extenso espacio.
Con respecto a los presentadores, la actitud poco profesional de la conductora de las semifinales, se salvó con los nuevos presentadores que se encargaron de la Final que actuaron de una forma bastante correcta y adecuada.
Por otra parte, valorar, positivamente las ceremonias de entrada y los intermedios musicales de las tres noches, así como las originales postales de presentación de cada representante y el modelo escogido de tablero de votos que hizo recuperar, muy efectivamente, el interés por los 7 primeros votos de cada portavoz, que pasaba desapercibido en ediciones pasadas.
Tambien, de forma positiva, recordaremos, muchos, el festival moscovita, por la gran calidad y variedad de temas presentados y por la buena selección que, tras las semifinales, nos ofreció en la tercera noche, una de las finales, con más favoritas, que se recuerdan.
LA GALA.
El "Cirque du Soleil" fue el encargado de la ceremonia de apertura que dió inicio al espectáculo, con una de sus, siempre impresionantes, actuaciones, al final de la cual, se unió Dima Bilan, el ganador de la pasada edición, que apareció en el escenario, después de sobrevolar las cabezas de los espectadores, para interpretarnos su tema "Believe" con el que consiguió el triunfo.
Tras la breve, pero impactante ceremonia, dió comienzo el show, con la participación de los 25 paises participantes, cinco de ellos clasificados directamente en la final y los otros 20 venidos, 10 de cada semifinal.
Tan solo comentaré, en este artículo, los 5 nuevos paises sobre los que, aún, no he comentado nada, por su ausencia en las semifinales previas.
Francia.
Para mí, la auténtica ganadora de esta edición.
Sublime, Patricia Kaas, delante de un sencillo fondo de escenario, sobre el que se proyectaba el título de su tema en diversos idiomas, consiguió arrancar, en varias ocasiones el aplauso y la ovación del público con su deliciosa actuación , para la que no necesitó ningún tipo de apoyo vocal ni material.
Rusia.
Al comienzo de su actuación no entendí su atuendo, ni su maquillaje... ya la había visto actuar, en otras ocasiones, mucho más vistosa y atractiva. Pero conforme fue avanzando su actuación pude entenderlo. Con el gran efecto de su rostro envejeciendo en la pantalla y una dramática interpretación se convirtió en otra de mis favoritas de la noche. Sólo eché de menos algún primer plano de su magnífico coro.
Alemania.
Espectacular la actuación alemana con la presencia de la gran figura de Dita Von Teese sobre el escenario. Un evidente ejemplo, por otra parte, de la pésima realización rusa, que nos privó de grandes momentos en este tema.
Reino Unido.
Es todo un lujo para un eurofán como yo, que es fan, además, del grandísimo compositor Andrew Lloyd Webber, poder gozar de este tema.
Con el mismísimo Webber al piano, la voz de Jade Ewen, inundó de magia el escenario de Moscú con este pequeño "musical" de 3 minutos de duración.
España.
La representación española comenzó con un inicio bastante impactante que prometía algo grande. Ella estuvo sensacional, con una voz impecable y llena de la fuerza y la garra que le caracteriza. Tal vez le fallaran algunos aspectos, como por ejemplo su maquillaje y su vestuario (vuelvo a decir que nunca ha estado más bella, ni más impactante, como cuando acudió al primer ensayo, ese debía haber sido su look definitivo y no el que lució el sábado).
Tampoco su famosa "sorpresa" llegó a ser, finalmente, lo impactante e inédita que se nos anunció.
Tambien, tendremos en cuenta, que la realización, como en tantas otras actuaciones de la noche, destrozó gran parte de la puesta en escena, entre otras muchas, como cuando mostró la parte trasera de las escaleras con el bailarían agachado, o al enfocar, desde arriba la escena de la desaparición, que hizo desvelar el "truco" al mostrar a Soraya agachándose tras la sábana...
No fue lo sorprendente que se esperaba, es cierto, y, por lo tanto, no podía aspirar ni a la victoria, ni a los primeros puestos, pero aún así, no cabe duda que fue una gran actuación que bien hubiese merecido acabar dentro del top, en un 9º o 10º puesto y, en el más catrastófico de los casos, nunca en el bottom 5, donde finalmente acabó.
Noruega.
Aunque he dicho que tan solo hablaría de los 5 finalistas, me gustaría hacer un breve comentario sobre el ganador de esta edición.
Ya he manifestado que me parece una victoria justa.
Pocas veces, eurofans, prensa, seguidores del festival y apuestas de pago coinciden en tener a una misma candidatura en el puesto más alto de sus apuestas, y eso ha de significar algo.
Pero en todo caso, lo que me sorprende, y mucho, es esa victoria tan exagerada que ha llegado a batir todos los records de puntuación de la historia eurovisiva y que situan al tema de Alexander Rybak, según los números, en el tema con mayor aceptación popular de estos últimos, más de 50, años... y eso es algo que ni yo, ni muchos entendemos.
El tema y su puesta en escena, eran muy buenos, y por lo tanto, Noruega, ha sido una digna ganadora, pero ¿No ha sido todo un poco desmesurado?
Para finalizar esta crónica de la final de este año, quisiera hacer una pequeña clasificación personal de todos los temas participantes, a los que he agrupado en tres apartados, siempre según mis gustos personales.
Participantes candidatos a ganar.
Francia, Suecia, Armenia, Rusia, Estonia, Noruega, Ucrania, Reino Unido.
Participantes candidatos a obtener buenas posiciones.
Islandia, Israel, Portugal, Bosnia-H., Malta, Alemania, Albania, Croacia, Finlandia y España.
Participantes candidatos a los últimos puestos.
Grecia, Azerbaiyán, Moldavia, Dinamarca, Turquía, Lituania y Rumanía.
Y esto es todo...
Tenemos ahora todo un año por delante, lleno de incertidumbres, esta vez, desde el que iré haciendo un seguimiento en este blog.
Comienza, además, una nueva década que esperamos que traiga nuevos y frescos aires eurovisivos tanto para España como para nuestro querido festival.
Moscú 2009 ha finalizado...
...Viva Oslo 2010!!!
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