martes, 26 de mayo de 2009
¿CUESTIÓN DE EDAD?
La gran familia eurofán, cada vez, se parece más a eso, a una gran familia.
Y, dentro de este núcleo familiar, tenemos, desde adolescentes, protestones e inconformistas, hasta, maduritos de todas las edades, auténticas memorias vivas y testigos, de momentos, hoy considerados míticos e históricos, por los más jóvenes.
El mundo ha cambiado mucho desde aquellos, ya lejanos, mediados de los 50.
Tanto es así que ese mundo, en la mayor parte de sus aspectos, parece otro, totalmente diferente.
Qué dificil que nos resultaría, a los habitantes del siglo XXI, adaptarnos a la cultura y a la sociedad de aquella época en la que, no obstante, ya se atisbaban destellos de cambios y modernidad.
Tambien, supongo, que a aquellos que plácidamente, vivían esos años de postguerra, si, súbitamente, llegasen hasta nuestros días, no podrían entender la mitad de las cosas que sus sentidos les mostraran, y les parecería estar protagonizando una extraña historia de tintes futuristas.
Aún así hay cosas que no cambian, demasiado, con el tiempo.
Y no me refiero a sentimientos o pensamientos universales y atemporales, sino a cosas más cotidianas. Obviamente, estas cosas, han sufrido su, lógica y consecuente, evolución para poder adaptarse a los nuevos tiempos. Pero en esencia siguen siendo lo mismo.
Una de estas "cosas" es el Festival de Eurovisión.
El caso es que, hoy en día, fanáticos de todas las edades se sientan, cada noche eurovisiva, frente al televisor, para disfrutar del evento, poder juzgarlo y expresar, posteriormente,en los lugares adecuados, las opiniones generadas durante el espectáculo.
Quizás, por este motivo, de vez en cuando, en los foros de discusión sobre el tema, chocan ciertas posturas y salta la polémica que suele zanjarse con un pensamiento, puede que no siempre explícito, de "es que eres demasiado joven/viejo para entenderlo"
Me viene, a modo de ilustración, un ejemplo de una discusión que mantuve, hace dos años, con un grupo de jovencitos eurofans que estaban convencidos que los representantes andorranos de aquel año,que llevaban un tema demasiado moderno y alternativo, aunque muy del gusto juvenil, pasarían sin ningún problema a la final, mientras que de la representación portuguesa, que llevaba una pegadiza pachangada de corte latino, decían que, a penas, obtendría algún voto.
Yo, por otra parte, defendía todo lo contrario, argumentando que el tema portugués, al ser más convencional, llegaría a un abanico más amplio de votantes que el andorrano, el cual tan sólo tenía posibilidades entre los sectores de seguidores más jóvenes.
Desgraciadamente, finalmente, ni Andorra ni Portugal consiguieron su pase a la Final, pero Portugal quedó a tan sólo un puesto de hacerlo, pasando por encima, y siendo más votado que el pais pirenaico, tal y como yo había expuesto.
Con esto no pretendo decir que siempre, los más maduritos, estemos en posesión de la verdad absoluta (al contrario, tambien hay muchos ejemplos de grandes lecciones que hemos recibido de los más jóvenes)pero es que, aunque esto de generalizar no es bueno, bastantes jóvenes suelen olvidar o "menospreciar" la existencia de un importante sector de seguidores del eurofestival, de mayor edad, que tambien participamos activamente en él y, cuyas opiniones y votos, aunque posiblemente diferentes, son tán válidos como los suyos.
Por otra parte, los seguidores de menos edad, sobre todo los incorporados a esto del eurofanatismo en los últimos años, suelen levantar una especie de "Muro de Berlín" virtual a mediados/finales de la década de los 90 y se niegan a considerar que hay un "más allá" detrás de ese "muro"
Para ellos, los 90 son el pasado, los 80, historia antigua, los 70 y los 60, la prehistoria y, ya, los 50, el origen cósmico del Universo.
Solamente hay que echar un vistazo a esa gran cantidad de youtubes que circulan por la red bajo títulos parecidos a este: "Mis favoritos de Toda la Historia de Eurovisión" donde más del 75% de esos favoritos son temas de los últimos 7 años y, en el, menos del 25% restante, la mayoría son de la década de los 90 y, solamente, encontraremos algunos temas dispersos de décadas anteriores, casi siempre, los más tópicos y típicos, que son,además, aquellos que pueden conocer cualquier persona no-eurofán (síntoma de que desconocen la mayor parte de temas se presentaron en aquellos años)
Vuelvo a insistir en que no se debe generalizar.
Tambien existe una considerable cantidad de jovencitos que son auténticos expertos en toda (1956-2009) la historia eurovisiva y, por lo tanto, con un registro de conocimientos bastante amplio. Como tambien hay maduritos, estos menos, cuya visión histórica del festival es bastante tópica y deficiente.
Tengamos en cuenta, además, que, dentro de cada grupo de edad, no tiene porque darse una uniformidad de opinión o pensamiento. Siempre encontrarás jovencitos o maduritos más conservadores, en gustos, y otros con tendencias más alternativas e innovadoras... millones de opiniones unidas por un mismo festival.
Claro está, por otra parte, que cada uno vive y disfruta, esto de Eurovisión, como más le apetece y, en este sentido, nadie es mejor o mayor eurofán que otro, independientemente de los años que cumpla, de los conocimientos que tenga o de las canciones favoritas que formen su top.
Pero sí que es verdad que es una pena, o a mí, al menos, me produce esa sensación,que por cuestiones de "modernidad", alguien pueda estar perdiéndose gran parte de este maravilloso legado musico-cultural. Porque además de grandes canciones (la música es atemporal, y no es mejor un tema por ser más actual, y si no, que se lo digan a Patricia Kaas,la representante francesa de este año), Eurovisión tambien es todo un documento histórico-costumbrista, en el que podemos observar, a través de sus imágenes, la evolución de la sociedad europea en sus últimos casi 60 años de historia.
Y, en esto, los que hemos sabido adaptarnos a los tiempos, para poder disfrutar de todas y cada una de las ediciones del eurofestival, desde sus inicios hasta nuestros días, debemos considerarnos unos auténticos afortunados.
Aunque tambien es cierto que, estoy convencido de que, en la mayor parte de los casos, todo es una cuestión de tiempo.
Todos hemos sido adolescentes y jóvenes y, en aquellos días, tan lejanos y cercanos a la vez, siempre tendíamos a considerar el pasado como una lastra que coartaba nuestra libertad personal.
Tal vez, dentro de unos años, muchos empezarán a valorar y disfrutar esos tesoros que se encuentran, hoy, escondidos tras ese falso telón de acero del que hablábamos anteriormente.
Entonces, ya, desde esa incipiente madurez que empezará a adueñarse de ellos, esa misma que, actualmente, creen que nunca hará aparición en sus vidas, comenzarán a valorar las opiniones de los más "viejitos" y tambien entenderán, un poquito más, a las nuevas generaciones que, llenas de inexperiencia y fogosidad, se harán dueñas de los foros y que tenderán a ver, a los que hoy nos critican, desde su juventud, como parte del pasado... c'est la vie!!!
Non ho l'etá (No tengo edad) - Gigliola Cinquetti.
Ganadora Festival 1964 - ITALIA.
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OPINIÓN
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