Recien estrenado el año, hemos podido asistir al primer gran fin de semana eurovisivo de esta temporada, en el que se han celebrado tres galas (una final y dos semifinales) en tres paises del area nórdica europea, Dinamarca, Noruega e Islandia.
Nueve candidatos (originalmente eran 10, pero uno de ellos fue descalificado puesto que el tema que presentó no era inédito) se disputaron la representación danesa, que fue escogida entre el televoto, un jurado nacional y otro internacional.
Resumen de las 9 actuaciones
Despues de interpretar sus temas y tras una criba inicial, tres temas, fueron seleccionados y sometidos, nuevamente a votación.
Finalmente fue la cantante Soluna Samay , con su canción Should've known better, la que se hizo con el triunfo. El segundo y tercer puesto fueron, respectivamente, para Jesper Norshtedt y para Chris Brons & Patrick Isaksson.
Existían varias buenas opciones y, sin duda, la elegida, se encontraba entre ellas. Un tema delicado, bien interpretado y con una puesta en escena cercana, contagiosa y entrañable. Probablemente, no tendrá demasiado complicado su pase a la Final, aunque, con 40 temas, todavía por salir, es, aún, demasiado pronto para hacer cábalas clasificatorias.
Una semifinal bastante floja que ha aportado, para la Gran Final, una balada excesivamente edulcorada, una canción de eurodiva (pero sin eurodiva) y un aburridísimo tema alternativo, de los que insisten, absurdamente, en mantener viva la creencia de que la radicalidad musical del montón, tiene oportunidades en el eurofestival. Esperemos que la próxima semifnal se encuentren temas que suban la calidad de la representación noruega.
Desde Islandia pudimos asistir a su segunda semifinal, de la que que surgieron dos nuevos finalistas, una de ellos la ex-eurovisiva Regina Osk, del duo Euroband (2008).
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